LA CRISIS DE LOS COMEDORES ESCOLARES Y UNA PERSPECTIVA DE LUCHA Y ORGANIZACIÓN

La realidad de los comedores escolares es una clara fotografía de la crisis que recorre la provincia Buenos Aires. El botón de muestra que pone de relieve el colapso del régimen K. Alli, donde comen miles de chicos todos los días, se desarrolla de manera incipiente la rebelión contra el hambre.

En Almirante Brown se ha puesto en práctica un plan piloto del gobierno. La dotación de alimentos secos y frescos (carne y verduras) ha sido reemplazada por un “risotto” sintético; comida deshidratada que se prepara con un chorro de agua. El “risotto” ya fue rebautizado popularmente por auxiliares y chicos como “doggui”, pero a diferencia de este no lo toleran ni los perros. Esta dieta ha sido rechazada por directivos, docentes, padres y alumnos. En estas denuncias han cumplido un destacado papel los auxiliares y cocineros de escuela.

La comida deshidratada es solo una parte del problema de los comedores. Existe un deterioro general de la dieta en calidad y en cantidad. Las nuevas Escuelas Secundarias Básicas (séptimos, octavos y novenos años) no cuentan con comedor. Los chicos reciben una denominada vianda reforzada consistente en una empanada, un sándwich de salchichón o un alfajor o una vainilla. Esto constituye un tremendo retroceso ya que hasta el año pasado los chicos de este nivel comían en los comedores. Estos alimentos, además, no están envasados ni cuentan con fecha de vencimiento.

Otro aspecto importante es el rol de los Consejeros Escolares “renovadores” llegados de la mano de las nuevas intendencias kirchneristas. En Almirante Brown la licitación por la provisión de alimentos a los comedores ha quedado en buena medida en manos de los “piquetruchos” y de otros aliados de Giustozzi. La “nueva gestión” no sólo ha sostenido un pérfido negociado económico por fuera de cualquier forma de control popular sino que además ha empeorado el servicio.

En los comedores escolares se desenvuelve una lucha estratégica. Es una trinchera donde combaten juntos los sectores populares más golpeados, aquellos a los que la recomposición económica no toco ni de cerca, y los trabajadores del estado; auxiliares y docentes. La participación del activismo docente y estatal en este proceso refuerza la lucha por sus reivindicaciones más directas y actúa como un llamado de atención al resto de los trabajadores en pos de prepararse para durísimos ataques contra sus conquistas.

La formación de asambleas populares y comisiones de padres en defensa de los comedores escolares representa una importante línea de resistencia contra el hambre. Se pone de relieve la intención del gobierno de ponernos a los trabajadores la mochila de la crisis; la variante de ajuste para enfrentar las cuentas en rojo del gobierno de Scioli, y desnuda el fracaso de las políticas de los renovadores K en las intendencias y concejos escolares.

No hay comentarios: