La impotencia de Giustozzi
El domingo 9 de noviembre un desmesurado operativo policial se hizo presente en el asentamiento lindero a Villa París, en Glew, con el objetivo de desalojarlo. Las familias (que ocupaban seis manzanas entre las calles Juan de Garay, Mendoza, Gdor. Arias y Yapeyú), exigieron a la policía las órdenes judiciales, que recién llegaron a las l0 Hs., tres horas después de iniciado el operativo.
Las órdenes de desalojo (emitidas por el Juzgado de Garantías N° 1 de los Tribunales de Lomas de Zamora, a cargo de Juez Tomás Bravo) no incluían a todos los lotes, sin embargo, muchas familias desarmaron sus casillas y se fueron del lugar por temor a la represión. Otro grupo de familias se quedó al no tener otra alternativa de vivienda.
Recién las l4 Hs, y una vez culminado el operativo, una delegación del municipio se acercó al asentamiento encabezados por el Subsecretario de Derechos humanos, Cristófaro. Esta delegación llegó con una ambulancia, agua y alimento para 30 personas, cuando se había desalojado a 70 familias. Este mismo funcionario en oportunidad de un reclamo anterior la había dicho a los ocupantes que “sólo podía evitar que el desalojo no fuera violento”. No pudo cumplir con esa promesa.
Desde que el asentamiento está instalado (l4 de julio de este año), los vecinos fueron a pedir respuestas al municipio, se entrevistaron con la Secretaria de acción social, Ana Geneira y con el subsecretario de Derechos humanos Cristófaro, ninguno de los reclamos por luz, agua potable y las necesidades básicas para hacer habitable el predio fueron respondidos. Giustozzi, que dos meses atrás se había jactado de haber evitado el desalojo, y su gabinete han evidenciado toda su impotencia para resolver el problema de la vivienda en el distrito de Alte. Brown. El caso se suma a otros como los de San José y Claypole que muestran el déficit habitacional del distrito y cuya solución por parte del gobierno ha sido la misma: el desalojo.
El gobierno municipal no quiere ayudar a los ocupantes sino que quiere liquidar la toma, metiendo cuña entre los vecinos ocupantes: Propuso que quienes se habían quedado en el lugar porque no tenían donde ir ocuparan los terrenos sin orden de desalojo que habían quedado provisoriamente desocupados por las familias, frente al temor de la represión. El gobierno no se pronuncia contra la represión sino que con su “propuesta” la garantiza, abriendo una “guerra” entre vecinos. Estamos frente al fracaso de una política.
Los planes federales de vivienda han sido suspendidos, sospechados de negligencia edilicia denunciada por los grandes medios de comunicación. Sus fondos, además, han sido utilizados por el gobierno de Cristina para rescatar al grupo Marsans (Aerolíneas). El municipio no atina ni siquiera a la reubicación de los afectados por el desalojo. El problema de la vivienda se suma a la larga lista de reivindicaciones insatisfechas por este gobierno: obra pública, salas de emergencia, cloacas, contaminación, etcétera.
El partido obrero se solidariza y se pone a disposición de los vecinos en la lucha por la tierra y la vivienda y plantea:
· Suspensión de los desalojos en todo el distrito. Que el consejo Deliberante se pronuncie en este sentido· Construcción inmediata de las viviendas necesarias para los vecinos de Villa París bajo control de una Asamblea de vecinos y trabajadores· Liquidación del problema de la vivienda realizando un inmediato censo de lotes e inmuebles que puedan ser puestos a disposición de la construcción de viviendas. Apertura de catastros. Que se conozcan los nombres de los verdaderos propietarios de los lotes vacíos en el distrito.
